Utilizaría mil analogías para coronar tu huída, pero hasta dudo de quién huiste, a dónde partiste y con quién te fuiste; no es que dude de vos, amor mío, solo quisiera poder seguirte esta vez. Poder alcanzar ese altar para escuchar los acordes de tu alma
tan suaves
una vez más.
Qué hiciste? Qué pasó? Donde quedó el amor?
Ágape. Comunión.
Cómo fue que dejé secar tus raíces?
Te amo
en silencio
Silencio
por favor
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