domingo, 18 de octubre de 2015

Si pudieras ver mi alma en este momento, me abrazarías en silencio hasta que mis heridas sanen, lentamente. Como el sonido del viento cuando roza sobre las nubes, como el andar de un viejo que sabe lo valioso de sus pasos y los recuerdos que prolifera su andar.
Sí pudieras ver mi alma, por fin podrías ver el arcoiris con todos sus colores, tan fuertes como ese abrazo que suelo darte cada mes que te dejo ir.
Si pudieras ver mi alma también verías la tuya muy bien guardada, en el interior de mi rebaño, flotando.
Sucumbe mi interior el recuerdo de tu voz, cada día la elijo como única. Amor de mi vida, la única voz.

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